Cuentan una historia: "Que en tiempo de María Castaña
existió una rosa, tan sumamente hermosa,
que todo aquel que la veía quedaba embelesado.
Y..., cuando la rosa murió, se pusieron todos tan triste que, cuando la recordaban,
le cantaban esta coplilla:
Dicen las lenguas ingratas
que la rosa se murió
por culpa de labios fríos
que a sus pétalos besó.
¡Adiós rosa de terciopelo,
con tus colores y empaque.
¡Adiós rosa del amor...,
de la amada y del amante!
Vandy
Una bella coplilla para la rosa muerta.
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