martes, 6 de agosto de 2013


Aquella tarde






 Me acuerdo de aquella tarde
que yo te vi a lo lejos,
desde ese bendito día
en mis sueños te contemplo.

Ya te veo por todas partes…,
y en todos mis pensamientos:
¡Cuando leo…, cuando escribo…,
cuando como y cuando duermo!

Me creo que estoy contigo
cuando por las noches sueño,
y sufro al despertarme
si a mi lado no te veo.

Quiero que un tatuador
grabe tu efigie en mi cuerpo:
¡Ella será mi tesoro…,
ya que en persona no puedo!

Sé que tienes otra vida…,
que es imposible lo nuestro;
pero en sueño…, yo te amo.

¡Despierto…

 Yo te respeto!